Semana Santa

¿Cuánto cuesta ser cofrade en Valladolid?

Para ser cofrade en Valladolid no se exige ningún requisito con excepción «de estar bautizado» y para cargar a hombros con cualquier paso de Semana Santa «basta con asistir a los ensayos previos y ya está, nada de pagar más o no poder cargar nunca con ellos», detalla. «Cualquier cofradía a día de hoy te recibe con los brazos abiertos. Sigue haciendo falta cofrades y no hay listas de espera ni ningún tipo de requisito», apunta Diego Arias Madero desde la Iglesia de su cofradía. Los precios de la cuota de caracter anual en las diferentes cofradías de Valladolid fluctúan entre los 80 euros, las cofradías penitenciales, y los 20 euros, aquellas más económicas. «La media se sitúa entre los 35 y 40 euros al año, una cantidad simbólica», puntualiza el responsable de Valladolid Cofrade.

Entre las cuotas más económicas se encuentran la Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, con 20 euros de cuota anual, la Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo, con una cuota para adultos de 20 euros y 10 euros en la sección infantil, o Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros, con el mismo precio. Entre las más caras se encuentran las cofradías penitenciales como la Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con una cuota anual de 60 euros, o la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, con la misma cuota.

Precisamente, Daniel C. Guerra, hermano mayor la Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, explica el motivo de tener una de las cuotas más bajas de inscripción. «Tenemos una cuota de 20€ y en ella incluye el estar informado de todos los actos de la cofradía, poder salir en procesión, pertenecer a cualquiera de las secciones tanto banda como hermanos de carga, hermanas de devoción y los jóvenes pueden apuntarse a la sección juvenil. Con esa cuota se sufragan todos los gastos que tiene la cofradía, como son las velas, flores, banda de música para el Jueves Santo y los hachones para poder desfilar en procesión. Somos unos 800 cofrades y con esa cuota podemos cubrir todo lo necesario», puntualiza Daniel C. Guerra.

La cofradía más cara de Valladolid es la Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias con una cuota anual de 80 euros. «En la penitenciales es dónde más se paga por la sencilla razón de que cuentan con Iglesia propia. Es algo que hay que mantener, desde pagar al sacerdote, hasta la luz o restauraciones y se mantiene por los cofrades», detalla Diego Arias Madero.

A esta cuota anual, que permite a los cofrades procesionar durante la Semana Santa vallisoletana y asistir a los diferentes eventos organizados a lo largo del año por la cofradía, ha que sumar el desembolso económico que supone el hábito de cofrade. «Es una inversión que se hace una única vez. Al principio es un poco caro pero a los nuevo cofrades que llegan siempre se les ofrecen facilidades. Hay cofradías que tienen un banco de hábitos para alquilarlos, otras tienen acuerdos con costureros o sastres para confeccionar el traje y te ayudan a comprar las telas. Todo son facilidades para que entres a formar parte de sus filas», argumenta Diego Arias Madero.

Por ejemplo, el hábito de la Cofradía Penitencial de Ntra. Sra. de las Angustias «que está hecho con terciopelo y no lleva capa» puede rondar en torno a los 300 o 400 euros. «El nuestro es de los más caros de Valladolid por el tipo de tela. Los hay más baratos aunque todos los que llevan capa incrementan el precio porque, lógicamente, llevan más tela y acabados», afirma el cofrade de las Angustias.

Pese a que la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid estima que la ciudad cuenta con un número aproximado de 15.000 cofrades, lo cierto es que «sigue haciendo falta más gente en las cofradías porque llevamos una época estancados en cuanto a participación». La Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias cuenta con unos 1.000 socios, siendo una de las más numerosas, pero hay otras «que rondan los 200 o 300 cofrades».

Las nuevas altas en las cofradías normalmente responden a una tradición familiar, «que pasa de abuelos a hijos y de hijos a nietos», pero actualmente hay otras tendencias de nuevos cofrades en Valladolid. «Puede ser porque has visto una imagen en la calle y te ha gustado, porque te gusta tocar la trompeta o simplemente porque te gusta el color del hábito de una cofradía y decides formar parte de ella. Las inquietudes son muy diversas», confiesa Diego Arias Madero.

La capital zamorana triplica su población durante la semana y media que abarcan esta celebración, que genera mayor atracción, encanto y captación que las propias fiestas patronales.

Y ello, obviamente, tiene efecto en lo pecuniario: según un informe presentado recientemente por el consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja (realizado con los datos de la Semana Santa de 2024), el impacto económico superó los 12 millones de euros. Son días de fiesta (mucha), pero también de pasión, creencia y tradición para muchas personas que, ávidas de que llegue el día para salir en procesión, no dejan de mirar al cielo. Hermanos y hermanas de las distintas cofradías, que deben hacer un desembolso para pertenecer a ellas, el cual, en algunos casos, no es baladí.

Desde el punto de vista crematístico, además, la Semana Santa de Zamora ostenta una excepcionalidad: lo habitual es que no se sea solo de una cofradía, sino de varias, y, por ende, habrá que pagar la cuota de todas. «Los que somos semanasanteros, somos de varias cofradías, yo, por ejemplo, estoy en siete. Muy pocos son solo de una. La media es cuatro o cinco por persona», afirma Hernando. En la que él preside, la de la Santa Vera Cruz, son 3.200 hermanos, de los que 400 son cargadores.

Deben pagar una cuota anual de 15 euros. Los que llegan nuevos, además, han de abonar 35 euros por la medalla, y, si son hermanos de fila –no del grupo de cargadores– pagarán también 75 euros por la vara y alrededor de 300 por la túnica de terciopelo. En total, unos 425 euros para los recién llegados. El presidente reconoce que no todas las familias pueden afrontarlo, por ello, alquilan túnicas por 30 euros (unas 40 o 50 cada año). «Y, si es una familia que no tiene posible, está la obra social de la Cofradía», subraya.

«Esto es muy costoso y se está desorbitando mucho» De la cofradía más antigua de la Semana Santa de Zamora, a una relativamente reciente: la Cofradía Virgen de la Esperanza, que se fundó en 2010 y tiene unos 2.700 hermanos y hermanas. Su presidente, Pablo Alonso Vicente, reconoce que «esto es muy costoso y que se está desorbitando mucho. Impacta mucho en las familias que tienen varias personas en una cofradía o que son de varias cofradías». Ellos cobran un recibo anual de 10 euros y, a partir de 2026, la cuota de alta será de 100. Con eso, explica Alonso, les entra la tulipa, la medalla y la vara si es un hombre. Es decir, todo, excepto la túnica. La suya es de tela de raso, y los hombres llevan capa, por lo que el precio ronda los 400 o 500 euros. En la horquilla más alta, por tanto, un hermano nuevo deberá pagar 600 euros.

En el caso de las mujeres, comenta que el abanico de precios es más amplio: el abrigo suele estar sobre los 250 euros, pero luego hay que comprar la mantilla y la peineta, «y ahí te gastas lo que te da la gana, las hay de 150 euros y de 1.000», detalla el presidente.

Oferta para hermanos y amigos

Luis Fernando García Martín es el secretario de la Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias que, a tenor de la información publicada en la Junta Pro Semana Santa Zamora, fue fundada, «según la tradición», en 1412 por San Vicente Ferrer bajo la denominación de Cofradía de Dolores y Angustias (lo que la convertiría en la cofradía más antigua). Sin embargo, aclaran, «los primeros datos extensos que poseemos son los estatutos de 1579». Actualmente tiene 4.500 hermanos.

La cuota anual es de 10 euros y el alta inicial cuesta 120. Aparte, obviamente, han de comprarse las túnicas y los capirotes (más de 300 euros con los precios comentados anteriormente). Este último año han introducido una suerte de oferta para familiares y amigos: «Si algún amigo o familiar de alguien que haya salido de la Cofradía quiere entrar en su lugar, y dispone del hachón, no tiene que pagar esos 120 euros».